Tres para mi - Capitulo 15

Publicado por Darky

                                     

summary: Bella,Edward.Jasper y Emmet caen en un juego erótico que podría cambiarlo n cada desafío sexy, se hace más claro que en el fondo, Bella desea no a uno, ni a dos, sino a sus tres amigos que siguen solteros.¿Tendrá que escoger?.TH. ADVERTENCIA contiene material para mayores de edad.Si eres sensible no sigas leyendo.



 

Felices fiestas a todos y espero que la pasen mega híper genial este día!!!

Gracias a todos por estar junto a mi en este fic y los que vendran.

— ¿Bella? ¿Estás segura de que estás bien?—

Bella se metió en taxi y trató de sonreír, pero salió como un sollozo. —No. No creo lo esté. —

En menos tiempo del que imaginó subió a bordo y hablo con el sobrecargo. Estaba de  camino al aeropuerto en menos de una hora. Bella se dijo que fue la suerte lo que la tuvo en el aire y en camino a Denver antes de que alguien viniera a buscarla. Estaba feliz de que no hubieran llegado.

La azafata le entregó un tequila de cortesía a medio camino en  vuelo. Tal vez quería asegurarse de que los otros pasajeros dejaran de quejarse sobre la mujer que lloraba todo el vuelo de regreso a casa.

No lo sabia, pero tal vez… esto era lo mejor.

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—Maldita sea, Bella, si no abres esta puerta, y quiero decir ahora, voy a echarla abajo. —

Él no iba a detenerse. Ella conocía a Edward demasiado bien. Él haría trizas su puerta, y ella tendría que explicárselo al administrador. Dio pasos fuertes hacia esta y la abrió. —¡No te atrevas!—

Bella tomó una respiración. Él se veía horrible. No se había afeitado, sus ojos estaban hundidos y pesados. Ella nunca lo había visto así.

—¿Edward?—

Pasó junto a ella y entró en la sala de estar. —Todos tomamos un vuelo a casa al día siguiente, ¿sabías eso? Sue, Jasper, Emmett, hasta los recién casados.—

—La Tía Sue telefoneó. Lamento que ellos lo hicieran. No tenía intención de arruinar su luna de miel.—

Edward se rió entre dientes, pero era un sonido poco atractivo. —Eres una maldita tonta si pensabas que no lo haríamos. Yo llamé también. Debo haber dejado cien mensajes. Nunca me regresaste las llamadas.—

Bella se abrazó. —Necesitaba tiempo.—

Él asintió, su espalda todavía girada. —Eso es lo que dijo Jasper. Y estuvimos de acuerdo en dártelo.— Caminó hacia el sofá y puso la cabeza entre sus manos.

Ella quería ir hacia él. Para colocar sus brazos a su alrededor y decirle que todo estaría bien, del modo que él siempre lo había hecho para ella. Pero se contuvo.

Ese no era más su lugar.

Él levantó la cabeza para atravesarla con sus hermosos ojos verdes. —¿Dos semanas, Bella? Dos semanas sin una palabra, ni tan solo un estúpido correo electrónico. ¿Y ahora haces que un abogado llame a Jake y le diga que quieres vender tu parte del negocio? ¿Nuestro negocio, Bells? ¿El que soñamos juntos?—

Él se puso de pie, sacudiendo la cabeza. —Te equivocas. Jasper se equivoca. Tú no necesitas tiempo. Lo que necesitas es una zurra.—

Ella dio un paso hacia atrás. Él no lo haría. Estudió su expresión y se retiró un poco más. Oh sí, lo haría. —Mira, Edward, solo pienso que sería lo mejor para todos si nosotros —

—No. No digas otra palabra. No hasta que me escuches.— Él comenzó a caminar de un lado a otro. A pasearse. Edward no se paseaba. —Yo trataba de despertarte. Mostrarte cuan buenos podríamos ser juntos. Pensé que si estábamos en algún sitio extranjero, diferente, tu bajarías la guardia lo suficiente para…Diablos, no sé. Yo estaba desesperado. Todos lo estábamos.—

Espera un minuto. —Edward, ¿de qué estás hablando? Fueron Nessie y la Tía Sue quiénes planearon la carrera, ¿verdad? Tú estabas tan sorprendido como yo. —

—No. Jasper y Emmett estaban tan sorprendidos como tú. Yo fui el que sugirió la idea a las demás. Pensé que tenía todas las bases cubiertas, hasta encontrando a ese chico Ben en la barra del barco y convenciéndolo de hacer aquella apuesta. Tu nunca pudiste resistir una apuesta.—

Él pasó una mano temblorosa por su pelo y la pared de hielo que ella había pasado dos semanas construyendo alrededor de su corazón se derritió un poco. Nunca había visto a Edward vulnerable antes. Dio un paso más cerca.

—¿Por qué?— Tenía que oírle decirlo.

—Por la misma razón de cada maldita cosa que he hecho desde el sexto grado, Bells. Por la misma razón que me levanto cada mañana esperando con ansia ir a trabajar. La razón por la cual mi corazón late. Por ti, Bella. Porque te amo.—

Ella dio otro paso. —¿Qué pasa con Jazz y Emm? ¿Por qué los implicaste?—
Él captó su movimiento y se quedó inmóvil, esperando. —Ellos te aman también, tú lo sabes. Jasper ha estado perdido desde el baile de noveno grado, y Emmett estuvo listo cuando te rompiste el brazo tratando de protegerlo de Alec vulturi.—

Ella rió en silencio y él se permitió una pequeña sonrisa. —Y tú los amas. Te conozco, Bells. Si ellos se marcharan y se casaran tu serías desdichada. Nosotros te pertenecemos. Yo te pertenezco. Y esto es todo lo que siempre querré mientras viva.—

Sus ojos se empañaron. Ella finalmente entendió. —Trataste de darme todo que quería. ¿Tanto es así que estuviste dispuesto a compartirme…con ellos?—

Él giró hacia ella y tomó su mano. —Diablos, muchacha. Te hemos compartido toda nuestra vida. Eso es lo que hacemos. ¿Por qué arruinar una cosa buena?—

La atrajo más cerca. —¿Especialmente cuando puedes hacerla aún mejor?—

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—¿Está bien Bella?—

—Tu mensaje decía que era urgente. ¿Qué ha pasado?—

Bella sofocó una risita mientras se ocultaba en el pasillo. Ella y Edward lo tenían todo planificado. Desde luego, ella tenía algunas sorpresas reservadas para él también.

La voz de Edward la hizo estremecerse. —Me alegro que llegaran tan rápidamente. Es bastante importante.—

Dios, ella lo amaba. Él la había traído de vuelta a su casa, y habían pasado el día juntos. Ella lo había duchado, lo había mirado afeitarse. Se habían alimentado el uno al otro en su enorme cocina y después de terminar, él le había hecho el amor una y otra vez. Estaba sorprendida de que cualquiera de ellos pudiera caminar.

Para ella todavía era difícil creer que era real. Bella había tenido tanto miedo de perderle como amigo que no había sido capaz de ver que él estaba listo para mucho más. Que todos ellos lo estaban.

—¿Qué diablos, hombre? ¿Dónde está ella? ¿Habló contigo?—

—Hola, chicos.— Jasper y Emmett giraron hacia ella, sus mandíbulas cayendo cuando vieron lo que ella vestía. Ella tuvo que llamar a la Tía Sue para averiguar dónde podía ir uno a comprar un traje de niña traviesa. Ella pensó que era apropiado. Torció sus coletas.

—Bienvenidos a casa.—

Ellos parpadearon en asombro mudo, y Edward se rió a carcajadas. —Pienso que están sin habla, Bells. ¿Por qué no los sacamos de su miseria? Hagámosles una oferta que no puedan rechazar.—

Ella se balanceó hacia ellos, tratando de calibrar su reacción. —Veo que tiene otro estudiante con usted, Profesor. ¿Ha sido malo él también?—

Jasper tragó de forma audible, pero Emmett comenzaba a sonreír. —He sido bastante malo, ahora que lo mencionas.— Señaló severamente hacia Bella. —De ninguna forma cerca de lo mala que has sido tú, sin embargo, marchándote antes de que la clase hubiera terminado. Pienso que definitivamente deberías ser castigada.—

Bella sonrió abiertamente antes de agitar sus cejas hacia Jasper. —Es su deber como mi maestro.— Caminó hacia el gran escritorio de caoba de Edward, deslizando sus manos sobre la madera lisa, mostrando sus pequeñas bragas blancas a los hombres detrás de ella.

Oyó sus gemidos sentidos y soltó una risita, mirándolos sobre su hombro. Emmett le dio un codazo a Jasper y todos ellos se acercaron, sus hambrientas miradas enfocadas en su culo.

—Baja esas bragas, jovencita, y permanece inclinada sobre ese escritorio.— Bella tembló, haciendo lo que Jasper dijo.

—Ese culo se verá mucho mejor en rosa.— Esa fue toda la advertencia que tuvo antes de que la mano de Jasper  bajara con fuerza sobre su nalga izquierda. Un poco demasiado fuerte.

—¡Ay! ¡Oye!!—

Él agarró sus hombros y la giró. —Te lo merecías, Bella. Hemos estado enfermos de preocupación por ti y ahora ¿quieres jugar más juegos? Cuando te marchaste esa noche pensé que después de lo que… pensé que no querrías verme más.—

Oh, era una perra egoísta. No había pensado en Jasper. Él se había abierto a Emmett, y a ellos. Había salido de su elemento junto con ella, sólo que él no se había escapado. Y ella lo había hecho. Arrojó sus brazos alrededor de él. —Lo siento. Realmente lo hago. Yo solo tenía miedo.—

Rafael frotó su trasero gentilmente. —¿Has dejado de tener miedo?—

Ella sonrió hacia él, sus ojos llenándose de lágrimas. —Absolutamente. No me voy a ninguna parte.—

Jasper la estrechó con fuerza, exhalando un suspiro aliviado contra su mejilla. —No lo hagas otra vez.— Él la besó, y ella se apretó contra él con un gemido aliviado.

Amaba los besos tiernos de Jasper. La hacían sentir querida.

 Especial.

—Ella está en esto para el largo plazo. Y yo también. ¿Qué dicen, muchachos? ¿Están adentro?—

—¿Dices lo que pienso que estás diciendo, Ed?— Jasper se había inmovilizado a su lado, y Bella contuvo el aliento. ¿Qué dirían ellos? —Lo estoy. A Bella y a mí nos gustaría que ustedes dos se mudaran aquí. Con nosotros.—

—¿Nosotros?— Emmett los estudió a ambos, sus ojos oscuros brillando. —¿Por cuánto tiempo?—

Bella empezó a hablar. —Para siempre. Quiero decir, no encadenados o algo por el estilo. Desde luego siempre podríamos conseguir una de aquellas cosas de hierro…pero eso no viene al caso.—

Edward rió entre dientes. —Lo que Bella trata de decir es —

—Te amo—

—¿A mí?— Jasper comenzó a sonreír.

—No. Sí. A todos ustedes. Los amo a los tres, y quiero que estemos juntos. Si ustedes quieren.— El corazón de Bella corría. Lo sabía todo sobre ellos. Pero había una parte de ella que todavía no estaba segura de como contestarían.
Cuando el silencio se dilató en el gran estudio, Bella sintió su corazón caer hasta su estómago. —No tienen que hacerlo. Quiero decir, eso no cambiará lo que siento por cualquiera de ustedes, y yo no les culparía en absoluto si pensaran que sería demasiado extrañ—

Emmett cubrió su boca con los dedos. —Danos un minuto para tomar el aliento, preciosa. No puedes ofrecerle a un hombre todo que él siempre ha querido sin dejarle tener un segundo para ajustarse.—

Bella dio un salto, pero mantuvo la boca cerrada. Les daría tantos segundos como necesitaran. Pero ahora que sabía lo que quería, se encontró con que estaba impaciente por llegar a ello.

Jasper miró a Emmett, luego a Edward, girando a Bella para que afrontara el escritorio una vez más, su mano firmemente sobre la parte baja de su espalda. Ella aceptó su señal y se inclinó con un suspiro sin aliento de excitación.
—¿De qué piensas que te ríes? Inclínate al lado de Bella.—

Bella giró a tiempo para ver los ojos de Emmett ampliarse. —¿Hablas en serio?—
Jasper miró severamente hacia abajo, cada pulgada el profesor.

—Completamente—

Con esas palabras Bella sabia que esto recién comenzaba.

Acá estoy yo otra ves!!!!

Espero que les haya gustado este capi y por cierto… FELIZ AÑO NUEVO!!

 Espero que la pasen súper bien en este día tan especial!..espero que haya para todas un Cullen debajo de su árbol como yo espero el mio! Ajajá XD