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viernes, 31 de diciembre de 2010

Tres para mi - Capitulo 14

Publicado por Darky

                                  



summary: Bella,Edward.Jasper y Emmet caen en un juego erótico que podría cambiarlo n cada desafío sexy, se hace más claro que en el fondo, Bella desea no a uno, ni a dos, sino a sus tres amigos que siguen solteros.¿Tendrá que escoger?.TH. ADVERTENCIA contiene material para mayores de edad.Si eres sensible no sigas leyendo.



                                                  capitulo 14



Bella Fue levantada, con Edward todavía profundamente dentro de ella, desplazándose por el movimiento. Ella gritó. Más envolturas de aluminio, y luego sus brazos y piernas estaban envueltos alrededor de Jasper, y él la besaba. —Respira, cariño. Te quiero, Bella. — Empujó al interior de su sexo con su gruesa polla. Estaba mojada, pero el ajuste seguía siendo apretado.
—Mierda, Edward. No sé si ella pueda tomarnos a los dos.—
—Ella puede. ¿Cierto, Bells? Fuiste hecha para tomarnos. Respira cariño. Déjanos cuidar de ti. Déjanos amarte. —
Bella apoyó la cabeza hacia atrás sobre el hombro de Edward, amando el sonido de su voz. Jasper se estaba metiendo poco a poco en su coño con su gruesa polla, estirándola, llenándola por completo. Tan llena. —Mierda—.
— ¿Estás bien? Bella, dime que estás bien o me detendré.—
—¡No! No te detengas, Jazz. Nadie se detendrá. Fóllame. Dios, se siente bien.—
Edward le mordió el lóbulo de la oreja y empujó sus caderas. —Esa es mi chica.—
Jasper y Edward empezaron a moverse de forma rítmica, saliendo y empujando en su interior. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. ¿De alivio? ¿De felicidad? No estaba segura de lo que sentía, solo sabía que no quería que terminara.

Un destello blanco la hizo enfocar. Emmett sonrió por encima del hombro de Jasper y lo mordió suavemente. —No vayan a dejarme afuera.— Jasper se detuvo y Bella instintivamente apretó los músculos alrededor de él, sosteniéndolo firmemente.
—Bella, mierda. Emm, yo sólo... Oh, demonios, sé gentil.—
Emmett giró la barbilla de Jasper hacia él. Su bello rostro lleno de amor y alegría.—Siempre.— Jasper  se tensó y tiró contra Bella, gritando mientras enterraba el rostro en su cuello.
Emmett agarró el hombro de Jasper y empujó lentamente, impulsando las caderas de Jasper contra Bella, a Bella contra Edward. —Oh Dios, nos estas follando a todos.— Se le salió de la boca, pero era verdad.
—Ahora conocen mi malévolo, ah sí, plan—.
Sus sonidos de placer llenaban el aire de la noche. Bella tenía sus piernas envueltas alrededor de Jasper y Emmett, su cabeza girada para aceptar el beso de Edward. Era el cielo. Nunca había estado tan llena, tan tomada.
—Oh. Joder—
—Así es, Jasper. Amo joderte.— Emmett bombeaba sus caderas, más fuerte contra Jasper, más rápido. —Ha pasado demasiado tiempo. Y te sientes tan bien.... Es difícil de ser gentil.—
Bella retiró su boca de la de Edward para ver la expresión de Jasper, su sonrisa feroz mostraba sus dientes. —Te libero de tu promesa, Emm. No seas gentil. Fóllame duro.—
Sí, maldición te daré tan duro que no recordaras ni tu nombre
Edward gruñó contra su cuello cuando su movimiento lo empujó más duro en su interior, más profundo. —Me tengo que mover, cariño. Tengo que correrme.—
—Cualquier cosa, Edward. Estoy cerca. No puedo—se siente...—
— ¡Bella! Mierda, cariño no puedo esperar.— Edward deslizó su mano alrededor de su cuerpo, donde se unía al de Jasper, y le frotó el clítoris.
—Cristo, Edward.— Jasper se mordió el labio, sus caderas bombeando en el interior del sexo de Bella. De repente hubo demasiadas sensaciones, demasiado placer, y Bella sintió su cuerpo incendiarse y arder como una estrella recién nacida.
—Ella se corre. Estás apretando mi polla como un maldito puño, cariño.—
—No puedo esperar más.—
—Bella, cariño.—
Era increíble. Podía sentirlos a todos correrse contra ella, en ella. Juntos. Su cuerpo estaba vivo de una manera que nunca había experimentado antes. Ni escalar, ni los rápidos de agua blanca, nada se acercaba a esta euforia.
Cada terminación nerviosa hormigueaba, la sangre bombeaba por sus venas.
Viva. Y sin esperanzas, enamorada.
¿Pero de quién?
—Wow. No hay manera de que pueda competir con eso. Ustedes tienen mi voto para ganar.—
Ben.—
—Bueno, si lo tienen—
Bella trató de ocultar su cuerpo, sonrojándose furiosamente cuando la burbuja mágica estalló a su alrededor y se dio cuenta de dónde estaban. Afuera. En un lugar público. Un público que aparentemente se había detenido de tener sexo para observarlos.
—Eres un imbécil. ¿Alguien te lo dijo alguna vez?— Emmett fue a pararse frente a ella, Edward y Jasper se desplegaron para rodearla por todos lados para que pudiera vestirse.
—Lo siento. No sabía que era tímida. Quiero decir, ustedes cuatro fueron
—Si no cierras la boca, voy a tener que cerrarla por ti.— El gruñido de Edward era amenazante. Bella se puso sus pantalones cortos con manos temblorosas, agarrando su camiseta y palmeando la espalda de Edward, al mismo tiempo.
—Cálmate. No estábamos escondiéndonos ni nada. Está bien. Ha terminado de todos modos— Edward se tensó bajo su mano, como si sintiera lo que estaba pensando. Estaba hecha un desastre. Sólo necesitaba un momento para respirar. Para estar a solas.
—Voy a ir a refrescarme, ¿de acuerdo? Volveré.— Pasó por debajo del brazo de Jasper eludiendo a Edward y corriendo hacia la esquina.
— ¡Bella!—
Se negó a mirar hacia atrás, divisando primero a Mike que esperaba. Jessica estaba a su lado, y los dos parecían un poco revueltos, como si hubieran estado participando en el último reto. —¿Estás bien, Bella? Hemos oído lo que pasó, no pudimos evitar oírlo. Lo siento si alguno de los otros competidores te avergonzó.—
—No es eso. Creo que mi experimento con el lado salvaje se tornó demasiado... salvaje. ¿Podrías conseguirme un taxi? ¿A solas?—
Sus guías compartieron una mirada sobre su cabeza, y Mike desapareció a la vuelta de la esquina. —Por supuesto. Mike irá a ver a los demás, y yo te haré ir de regreso al barco.— Bella se dejó guiar por la joven animadora, ahora deprimida, preguntándose hacia donde estaba huyendo. ¿Dónde Tía Sue? ¿Nessie?
Las personas a las que siempre había ido en busca de consejo eran los mismos a los que no podía hacer frente en este momento. Si hubiera estado con otros hombres, tal vez. Tal vez entonces les diría que lo que experimentó esta noche la había destrozado. La había cambiado. La hizo querer algo que sabía que nunca podría tener. Y esa verdad llana y simple había transformado su mundo para siempre.
¿Cómo iba a vivir y trabajar, día tras día, queriendo y no teniendo? Viéndolos seguir adelante, tal vez Emm y Jazz se unirían, tal vez Edward encontraría otra rubia curvilínea, sus  favoritas de costumbre. Y Bella. Sola y enamorada de sus mejores amigos. Amigos. Plural. Se rió un poco histérica, y Jessica le apretó la mano.
—El taxi está aquí.—
—Gracias—
—¿Bella? ¿Estás segura de que estás bien?—
Bella se metió en taxi y trató de sonreír, pero salió como un sollozo. —No. No creo lo esté.—
En menos tiempo del que imaginó subió a bordo y hablo con el sobrecargo. Estaba de  camino al aeropuerto en menos de una hora. Bella se dijo que fue la suerte lo que la tuvo en el aire y en camino a Denver antes de que alguien viniera a buscarla. Estaba feliz de que no hubieran llegado.
La azafata le entregó un tequila de cortesía a medio camino en  vuelo. Tal vez quería asegurarse de que los otros pasajeros dejaran de quejarse sobre la mujer que lloraba todo el vuelo de regreso a casa.
No lo sabia, pero tal vez… esto era lo mejor.



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