Tres para mi - Capitulo 13

Publicado por Darky

                                

summary: Bella,Edward.Jasper y Emmet caen en un juego erótico que podría cambiarlo n cada desafío sexy, se hace más claro que en el fondo, Bella desea no a uno, ni a dos, sino a sus tres amigos que siguen solteros.¿Tendrá que escoger?.TH. ADVERTENCIA contiene material para mayores de edad.Si eres sensible no sigas leyendo.


                                            Capitulo 13

Edward se encogió de hombros, metiendo la nota en su bolsillo. -¿Quién sabe? ¿Jake tal vez? Aunque ese no es realmente su estilo. Además, él ha estado demasiado distraído con la boda para planificar algo como esto.- Tomó un trago de la cerveza, mirando sobre su hombro. -¿Importa cómo llegamos aquí? Pensaría que estarías más preocupada por lo que viene.- Él se rió. -No parezcas tan sorprendida, Mario. No es como si fuéramos completos extraños. Nadie te conoce mejor que yo.-

-Lo sé. Qué lío.-

Él giró para afrontarla. -¿Lo es? Jasper y Emmett están hablando otra vez, y todos la hemos estado pasando estupendamente. Tú ciertamente pareces estar disfrutando.-

Ella se ruborizó. -Lo estoy, es solo –-

-Solo nada. Disfruta de ello, Bella. Déjanos hacerte sentir bien. Y, si en el camino, ganamos mil dólares para jugar en las mesas del barco, tanto mejor, ¿verdad?-

-Sí. Tanto mejor. Pienso que necesito otra bebida.- Ella caminó hacia la barra, lejos de Emmett y Jasper, lejos de los otros jugadores. No quería que vieran su cara, o estarían sobre ella en un instante. Se sentía como la idiota a la que le hubieran dado un puñetazo en el estómago.

Acababa de descubrir algo. Edward no la conocía tan bien después de todo.

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Ya era de noche. En algún lugar cercano había una fiesta. Bella podía oír la música y los aplausos. Tendría que venir a Cozumel de nuevo algún día, tal vez realmente ver la ciudad, en vez de clubes de striptease y atrevidos cuartos traseros. Se rió para sus adentros.

— ¡Hemos llegado al último reto! Esperemos que la comida y la bebida los hayan revivido, porque van a necesitar un poco más de energía para llegar al final.— Jessica sonrió y miró a Mike, quien continuó por ella.

—No hay pista, les hablaremos del reto directamente. Han abierto sus mentes, permitiéndose a sí mismos confiar en sus parejas, y esta última parte se trata de dar. Sin importar la hora o lugar. Independientemente de las preocupaciones y las normas. Totalmente para entregarse al placer.—

Sonrió ante los murmullos excitados del grupo. —Si miran detrás de ustedes, el almacén que ven pertenece al creador de La Carrera Erótica. En el otro lado del edificio es donde empezaran. Por razones de legalidad, no podemos llevar a cabo este reto en cualquier parte. Y para su propia protección Jessica y yo nos quedaremos aquí. Vayan y, bueno, déjense llevar.—

Bella y Jasper compartieron una mirada confundida. — ¿Qué significa eso?—

—Eso significa que vamos a tener sexo. — Lauren hizo rodar sus ojos, arrastrando a su miserable novio-juguete hacia el otro extremo del edificio.

—Bueno, yo no quiero tener sexo con ella. — Emmett hizo una mueca y Jessica se echó a reír, caminando más cerca para susurrarle al oído. —Oh. Oh. Ahora nos entendemos.— Tomó a Jasper y a Bella de la mano, arrastrándolos y riendo. —Apúrense, chicos y chicas, este es el evento principal. Vamos, Edward. Sé que te gustará esto. —

—¿Qué diablos está pasando, Emm?— Edward caminó lentamente detrás de ellos, con las manos en los bolsillos, viéndose malhumorado.

Había un pequeño paseo entre el almacén y el océano. Bella pudo ver su crucero iluminado a lo lejos. A lo largo del almacén había cuatro focos esparcidos, el resto de la pared estaba en la oscuridad. — ¿Y ahora qué?—

—Hay que entregarse totalmente, cariño. Significa exactamente como suena. Lo más cerca de hacer el amor en medio de la calle ya que probablemente nunca lo haríamos sin ser arrestados.—

Bella dio un paso atrás, alejándose de Emmett y mirando a su alrededor. Ángela estaba encima de Ben, la chica tímida que había conocido sustituida por una gata salvaje, casi rasgando los botones de la camisa de su sonriente esposo.

Lauren tenía a su joven esclavo de rodillas, besando sus tobillos. —Hugh. Me estoy preocupando. —

Edward la agarró por los hombros y la apretó contra la pared. —Siente esto.— Su beso convirtió su cerebro en papilla. Caliente y duro, lleno de fuego, cuando presiono contra ella su creciente erección, ella gimió, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.

—Deberías estar desnuda todo el tiempo. Entonces no tendríamos que estar vistiéndote y desvistiéndote. — Ella escuchó la voz de Emmett quien sonreía mientras él y Jasper le sacaban su ropa. No le importaba. No le importaba quien pudiera estar mirando, no le importaba lo que pasara después, mientras Edward siguiera besándola.

—Comparte la riqueza, hombre—. Jasper empujó a Edward fuera del camino, cubriendo la boca de ella. Más suave y gentil. Jasper. Se derritió en sus brazos. Ayudó a Emmett a desvestirle, escuchó el sonido en torno a ella cuando Edward se quitó la camisa y se desabrochó sus jeans.

Edward la apartó de Jasper, guiándola hacia Emmett. Lo besó a ciegas, su cuerpo tan sensibilizado después de todo lo que había experimentado hoy que ya estaba en llamas con necesidad. Emmett mordía y chupaba sus labios, gruñendo de modo juguetón cuando ella chupaba su lengua en su boca.

Se  dieron la vuelta con Edward contra la pared, detrás Bella y Emmett. Bella sintió la polla de Edward dura como el acero contra su cadera, y gimió contra la boca de Emmett.

—Shh, cariño. Va a ser increíble. ¿Qué necesitas hombre?—

Oyó el sonido de papel rasgado y cerró los ojos. Oh, Dios mío. Estaba sucediendo realmente. —Necesito el lubricante extra que guardaste, y necesito que Bells sea una chica buena, se incline y chupe sus pollas.—

Él le acarició la espalda con movimientos suaves, y sus ojos se abrieron de golpe. ¿Ambas? Jasper y Emmett dirigieron hacia ella sonrisas idénticas, parándose uno junto al otro delante de ella. Emmett le lanzó una botella pequeña.

—Sabía que esto sería muy útil.—

La mano de Edward se puso más firme entre sus omóplatos. —Vamos, cariño. Te necesito.—

Su corazón se agitó ante las expresiones tiernas y abiertas en las caras de sus amigos. Sus hombres. Dejó que Edward la empujara hacia delante, hasta que su boca estuvo a nivel con la circunferencia gruesa de Jasper y la longitud oscura de Emmett. Tenían magníficas pollas. Se humedeció los labios, absorbiendo la punta de Emmett primero, y luego, el pene de Jasper.

—Mierda—

—Sí, cariño. Chúpanos a los dos—

Ambos tenían sus manos a lo largo de su cabello, gentilmente, sin presión. Afectuosas. Bella chupó el eje oscuro de Emmett profundamente en la boca, teniendo algunas arcadas, antes de relajar su garganta para tener más. —Ella la chupa tan bien, Jasper. Puede que sea mejor que yo. Cariño. Justo así, Bella. —

—Muéstrame, Bella. Déjame sentir tu boca sobre mí. — Bella giró la cabeza y tomó la amplitud sedosa de Jasper en la boca, abriendo la boca tanto como pudo para tener todo de él. Delicioso. —Ahh. Cariño, mierda. ¿Cómo aprendiste a hacer eso? Mierda, Emm,  lo que está haciendo con su lengua me está matando.—

Jasper gimió, y Bella los oyó besarse por encima de ella. Dios, eso era sexy. Deslizó la mano entre sus piernas, presionando su clítoris para aliviar un poco su propia excitación.

Edward se inclinó sobre su espalda para susurrar en su oído. —No, Bells. O voy a atar tus manos detrás de tu espalda. Vamos a ser lo único que necesites para correrte.—

Emmett presionó su polla al lado de la de Jasper y ella tomó ambos ejes en su mano, metiendo las cabezas de sus pollas en su boca y succionándolas. Juntas.

—¡Mierda, Bella!—

Algo frío y líquido se deslizó por la grieta de su culo.

Lubricante. Este fue rápidamente seguido por el pulgar de Edward. —¿Utilizaste el  tapón antes de venir en el crucero, cariño? Asiente—

Ella asintió con la cabeza.

—Bien. Porque no creo que pueda ser tan paciente como necesitaría ser si no hubieras usado algo para llenar tu culo.— Él extendió sus nalgas con las manos, la cabeza de su polla cubierta con un condón presionaba insistentemente contra ella.

Ella gimió por lo bajo mientras las dos pollas se deslizaban una contra la otra dentro de su boca. Edward hizo un sonido ronco, como de dolor. —He soñando con esto por tanto tiempo. Mis manos llenas con tu culo, mi polla llenándote, Bella. Mi polla. Las nuestras. Nos perteneces, Bells. A nosotros, a nadie más. Nunca lo olvides.—

Ella abrió la boca para tomar una respiración profunda mientras el rígido eje de Edward empujaba a través del anillo apretado de músculos. Se sentía mejor que sus juguetes. Mejor... Increíble... Más. —Sí—.

—¿Te gusta eso? Sabía que te gustaría, cariño. Sabía que lo amarías. ¿Quieres más?— La voz ronca de Edward pasó a través de ella como rayos de calor.

—Sí, Edward. Por favor. Quiero más.—

—Jesús, Bella, eres tan jodidamente sexy.— La voz de Jasper se escuchaba lejos en la distancia. Todo lo que ella podía hacer era sentir. Edward empujó más profundo, y su cuerpo tuvo dificultad para aceptarlo.

—Grande. Dios, eres tan grande.—

—Caliente y apretada. Ahh, Bells, amor, eso es, toma todo de mí.—

Sintió unas manos sujetando sus hombros, frotando sus pechos, sintió las manos de Edward agarrando su cintura, sus caderas presionando contra su culo. Dolor, placer, lo sentía todo, y se sentía tan malditamente increíble que pensó que podía morir.

—Jasper, tómala. —

Fue levantada, con Edward todavía profundamente dentro de ella, desplazándose por el movimiento. Ella gritó. Más envolturas de aluminio, y luego sus brazos y piernas estaban envueltos alrededor de Jasper, y él la besaba. —Respira, cariño. Te quiero, Bella. — Empujó al interior de su sexo con su gruesa polla. Estaba mojada, pero el ajuste seguía siendo apretado.

—Mierda, Edward. No sé si ella pueda tomarnos a los dos.—

—Ella puede. ¿Cierto, Bells? Fuiste hecha para tomarnos. Respira cariño. Déjanos cuidar de ti. Déjanos amarte. —

Bella apoyó la cabeza hacia atrás sobre el hombro de Edward, amando el sonido de su voz. Jasper se estaba metiendo poco a poco en su coño con su gruesa polla, estirándola, llenándola por completo. Tan llena. —Mierda—.

— ¿Estás bien? Bella, dime que estás bien o me detendré.—

—¡No! No te detengas, Jasper. Nadie se detendrá. Fóllame. Dios, se siente bien.—

Edward le mordió el lóbulo de la oreja y empujó sus caderas. —Esa es mi chica.—

Jasper y Edward empezaron a moverse de forma rítmica, saliendo y empujando en su interior. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. ¿De alivio? ¿De felicidad? No estaba segura de lo que sentía, solo sabía que no quería que terminara.